Estar fuera de la red significa no estar conectado físicamente a los servicios públicos mediante cables, tuberías o conductos. Por lo tanto, las viviendas aisladas dependen completamente de sus propias fuentes de energía que, a menudo, pueden ser fuentes de energía renovable, como el sol y el viento. Cuando un edificio está fuera de la red, significa que no tiene ninguna conexión física ni relación con ningún tipo de suministro, y que toda la energía que utiliza procede de una fuente de energía que genera y almacena por sí mismo.
El término autoconsumo es diferente de vivir totalmente fuera de la red, porque implica estar conectado físicamente a la red para tomar energía cuando se necesita. El autoconsumo significa que los hogares, las empresas o las administraciones públicas generan su propia energía, y es una parte importante de la actual transición energética.
En el caso de las viviendas, esto suele referirse al autoconsumo solar mediante la instalación de paneles solares en el tejado. Una de las ventajas del autoconsumo frente a estar fuera de la red, es que los clientes que optan por el primero pueden seguir utilizando la red eléctrica cuando la energía que generan no está disponible (porque las fuentes renovables son intermitentes por su propia naturaleza).