¿Cuáles son los cinco principios de la economía verde?
Basados en un modelo centrado en las personas y en la naturaleza, los principios de la economía verde pueden resumirse de la siguiente manera:
- Bienestar: como modelo centrado en las personas, la economía verde busca que todos puedan aumentar su bienestar, no solo en términos económicos, sino también en términos de capital humano, social, físico y cultural. Prioriza el acceso al conocimiento y a la educación, a tecnologías y procesos de producción más respetuosos con el medioambiente, y a infraestructuras sostenibles, permitiendo a las personas prosperar al tiempo que tratan de manera sostenible a la naturaleza y a nuestros recursos naturales.
- Justicia y buena gobernanza: la economía verde promueve la buena gobernanza porque se basa en instituciones responsables, transparentes y resilientes. Promueve la descentralización de la toma de decisiones y el diálogo abierto, manteniendo los intereses creados al margen del proceso de toma de decisión. Al requerir un amplio apoyo público, fomenta la colaboración en la resolución de problemas.
- Erradicación de la pobreza: al abrir sectores económicos completamente nuevos que requieren nuevas habilidades y capacitaciones, la transición hacia la economía verde ofrece importantes oportunidades de inversión y creación de empleo. La economía verde es integradora y no discriminatoria, ya que promueve la igualdad en la distribución de los ingresos y las oportunidades, al tiempo que reduce las disparidades entre las personas.
- Eficiencia energética: una economía verde se centra en el uso eficiente de los recursos, de forma circular, para reducir los residuos al mínimo. Pretende reequilibrar el modelo basado en el consumo hacia otro más sostenible en cuanto al uso de los recursos naturales.
- Desarrollo con bajas emisiones de carbono: la economía verde se basa en el uso de fuentes de energía renovables –como la solar, la eólica, la hidroeléctrica y el hidrógeno– que generan escasas o nulas emisiones de CO₂. Una economía baja en carbono también promueve una amplia electrificación –con energía producida de manera sostenible a partir de fuentes renovables– en la industria, la movilidad y otros aspectos de la vida.
La economía verde adopta una perspectiva a largo plazo, centrándose en la forma en que se utilizan los recursos para aportar valor a la sociedad. No se trata solo de fuentes de combustible bajas en carbono, se trata también de cómo promover la eficiencia y la suficiencia de recursos para crear riqueza, resiliencia y bienestar para los ciudadanos de hoy y de mañana, todo ello respetando los límites ecológicos de nuestro planeta. Desde las inversiones en bienestar hasta las prácticas sostenibles, las características de una economía verde son inclusivas y no discriminatorias. Es un modelo que, además de mejorar el bienestar, garantiza una reducción significativa de los riesgos medioambientales y de la escasez de recursos.
¿Cuáles son las oportunidades empresariales de la transición hacia la economía verde?
¿Qué ejemplos existen de economía verde?
Entre los ejemplos de economía verde, en términos de acciones llevadas a cabo por las personas en su vida cotidiana, se incluyen:
- elegir productos agrícolas locales, de «kilómetro cero», elaborados siguiendo métodos ecológicos (sin pesticidas ni fertilizantes químicos, por ejemplo);
- apostar por la movilidad sostenible –como los patinetes y los coches eléctricos– en lugar de las alternativas impulsadas por combustibles fósiles;
- electrificar la cocina, sustituyendo las cocinas de gas por cocinas eléctricas;
- evitar coger el coche y la moto siempre que sea posible y, en su lugar, utilizar el transporte público;
- reciclar las baterías de litio, cuya producción requiere la extracción de cobalto y litio, perjudiciales para el medioambiente;
- elegir estilos de vida que ayuden a reducir el consumo de energía, como mantener el aire acondicionado a temperaturas más altas en verano.
Lo mismo puede decirse de las empresas y la industria. En este caso, los ejemplos virtuosos del comportamiento de la economía verde incluyen:
- desarrollar e implantar sistemas productivos que utilicen la energía de la forma más eficiente posible;
- invertir y utilizar fuentes de energía renovables y bajas en carbono para alimentar las fábricas y la maquinaria;
- reciclar todo lo posible y utilizar envases reciclados para la distribución de los productos;
- simplificar la gestión del final del ciclo de vida del producto.