La sostenibilidad en la cadena de suministro va más allá del criterio tradicional de costes y beneficios, abarcando aspectos sociales y medioambientales como:
- Condiciones de trabajo
- Corrupción
- Tratamiento de residuos
- Emisiones de carbono
- El impacto, tanto en las personas como en las comunidades locales, tanto dentro como alrededor de las operaciones de las empresas
Si bien abordar la cadena de suministro y la sostenibilidad es una tarea compleja, también es una oportunidad de negocio que puede reducir costes e incrementar la competitividad.
Beneficios de una cadena de suministro sostenible
Según el Pacto Mundial de Naciones Unidas, existen tres impulsores principales de negocio para una cadena de suministros sostenible.
- Una reducción en los riesgos relacionados con la sostenibilidad, como pueden ser interrupciones o demoras en la cadena de suministro, que pueden derivarse de las prácticas de los proveedores con respecto a estándares de derechos humanos, laborales, medioambientales y de anticorrupción, protegiendo el valor de la marca de la empresa y el cumplimiento de las expectativas de los inversores.
- Un enfoque en la sostenibilidad productiva en la cadena de suministro genera eficiencia y puede ahorrar costes al reducir el desperdicio de materias primas, transporte y energía.
- Una cadena de suministro sostenible puede conducir a un crecimiento con ventajas de sostenibilidad, ayudando a las empresas a fomentar la innovación y satisfacer las demandas cambiantes de los clientes.
Por tanto, si bien la sostenibilidad en la cadena de suministro puede ser difícil de alcanzar, una cadena de suministro más sostenible ayudará a mejorar la productividad mientras se ahorra dinero: cuando una empresa consigue la visibilidad del funcionamiento de su cadena de suministro (requisito previo para mejorar su sostenibilidad), puede lograr la optimización de prácticas y procesos que mejoren el balance económico final.
Entre sus beneficios, concretos y cuantificables, podemos destacar:
- Reducción de costes: a medida que el precio de la energía se dispara, reducir al máximo el desperdicio de las instalaciones y de la logística cobra sentido no sólo por el medio ambiente, sino también por el balance económico final.
- Atracción de inversores: según la firma de servicios financieros Morningstar, Inc., en 2021, los inversores destinaron cerca de 600 billones de dólares en fondos de capital vinculados a la sostenibilidad, lo que supone un incremento del 53%. Una cadena de suministro sostenible es uno de los elementos que buscan, tanto inversores como prestamistas bancarios, a la hora de determinar la viabilidad a largo plazo de una empresa.
- Reducción de riesgos regulatorios: la extracción de materias primas, prácticas laborales precarias, y la corrupción son blancos frecuentes de los reguladores gubernamentales. Una cadena de suministros que es vulnerable a este tipo de riesgos es un peligro potencial en un negocio competitivo.
- Atractivo para el consumidor: numerosos estudios muestran que los consumidores son cada vez más conscientes de los problemas vinculados a las cadenas de suministros, y algunos están dispuestos a pagar más por productos de origen responsable.
- Cumplimiento: los gobiernos están siguiendo más de cerca las importaciones de las cadenas de suministros debido a las preocupaciones sobre las prácticas laborales desiguales y a la contaminación medioambiental. Con el objetivo de alcanzar la meta fijada por los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, la Unión Europea ha adoptado una propuesta de directiva de diligencia debida de sostenibilidad corporativa que requerirá, para el año 2030, cadenas de suministros sostenibles.