¿Qué es el alumbrado público inteligente y cuáles son sus ventajas?

Arthur C. Clarke, autor del clásico de ciencia ficción «2001: una odisea del espacio», dijo una vez: «Cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia». Con «cerebros» dotados de inteligencia artificial que les permiten «hablar»entre sí –y con centros de control remotos–, los sistemas inteligentes de alumbrado público podrían encajar a la perfección. Y si integran soluciones de alumbrado público led, el efecto «mágico» es aún mayor.

Pero, ¿qué son exactamente las farolas inteligentes, también llamadas alumbrado público inteligente? Para empezar, las farolas inteligentes son conscientes de su entorno y ajustan la luz en función de los datos que recogen de los sensores. Al ser capaces de «entender» los datos en tiempo real, las farolas inteligentes pueden, por ejemplo, encenderse y apagarse solas en función de las condiciones de luz ambiental. Como por «arte de magia».

El uso de sistemas inteligentes de alumbrado público tiene muchas ventajas, entre ellas:

• al estar conectado entre sí y con los sistemas de control central, el alumbrado público inteligente permite una supervisión remota constante y un diagnóstico preciso de la intensidad, el perfil y los aspectos críticos que afectan a los niveles de consumo energético en tiempo real, lo que permite a las instituciones locales ajustar la iluminación en función de las necesidades reales;
• al permitir la monitorización y el control a distancia, los sistemas de iluminación inteligente pueden utilizarse para habilitar servicios adicionales que podrían estar disponibles en el futuro, como la videovigilancia para la seguridad pública, la conectividad WiFi y la vigilancia medioambiental y territorial.

El alumbrado público eficiente es un elemento clave para promover ciudades más sostenibles y habitables. Al ser más eficiente energéticamente que las alternativas convencionales, el alumbrado público inteligente no solo es bueno para el medioambiente, sino también para el bolsillo de las autoridades públicas y, en última instancia, también para el de los contribuyentes.

El alumbrado público se refiere sobre todo a las farolas que están disponibles en diversas formas: desde farolas modernas y energéticamente eficientes, a farolas y apliques tradicionales, pasando por unidades vanguardistas de bajo impacto visual.

He aquí algunas razones por las que las infraestructuras de alumbrado público son importantes.

• Mayor seguridad vial: casi el 50 % de los accidentes de tráfico mortales ocurren de noche, según la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carretera de Estados Unidos. La baja visibilidad en calles oscuras es una de las causas.
  
• Reducción de la delincuencia: las fuerzas del orden y los ayuntamientos llevan décadas estudiando la relación entre el alumbrado público y la delincuencia. Unas calles bien iluminadas hacen que la gente se sienta más segura y pueden disuadir a los delincuentes.
• Aumento de la productividad: el alumbrado público facilita el regreso a casa desde el lugar de trabajo a cualquier hora del día o de la noche.
• Sentido de comunidad: la nueva iluminación es una forma eficaz de que los gobiernos municipales demuestren su compromiso con las comunidades. Unas calles bien iluminadas crean un sentimiento de orgullo y bienestar.
• Renovación urbana: Enel X instaló 628 nuevos puntos de alumbrado inteligente a lo largo de un carril bici de 14 kilómetros en São Paulo (Brasil) como parte de la remodelación de Novo Rio Pinheiros, una zona adyacente destinada a animar a la gente a utilizar las orillas del río.

Los ayuntamientos disponen de una amplia gama de opciones energéticamente eficientes y flexibles para un alumbrado público que mejore la seguridad de los ciudadanos. Pero las soluciones más sostenibles para el alumbrado público son las que hacen uso de la tecnología led, que ofrece muchas ventajas en términos de eficiencia energética, eficacia y durabilidad.

Los led son energéticamente eficientes porque desprenden muy poco calor, por lo que necesitan mucha menos energía para emitir la misma cantidad de luz que sus equivalentes convencionales. En comparación, las bombillas incandescentes liberan el 90 % de su energía en forma de calor y los fluorescentes alrededor del 80 %. La iluminación eficiente con tecnología led garantiza un ahorro energético superior al 65 % gracias al uso de luminarias de última generación que ofrecen un rendimiento superior en eficiencia lumínica.

Esta eficiencia energética es una de las principales ventajas del alumbrado público led, pero hay muchas más.

• Menos emisiones: una de las principales ventajas de las farolas led es que, al consumir mucha menos energía que sus equivalentes convencionales, generan menos emisiones. Según el Banco Mundial, sustituir el alumbrado exterior por iluminación led solo en Estados Unidos, puede reducir las emisiones de carbono en el equivalente a retirar de la circulación 8,5 millones de coches durante un año.

• Mayor vida útil: otra ventaja que ofrecen las farolas led es su mayor durabilidad, ya que duran mucho más que sus homólogas convencionales. Por ejemplo, las bombillas led pueden durar de tres a cinco veces más que las fluorescentes y 30 veces más que las incandescentes.

• Alta reproducción cromática: la alta reproducción cromática de las farolas led se aproxima a la luz natural y presenta los colores con mayor realismo. Esto ayuda a los conductores y peatones a identificar mejor los objetos por la noche, mejorando la seguridad del tráfico y el estado de las carreteras.

• Encendido rápido: las lámparas incandescentes tardan entre 0,1 y 0,2 segundos en encenderse. Las lámparas de descarga de gas, como las de sodio de alta presión y las de halogenuros metálicos, tardan entre decenas de segundos y 10 minutos en alcanzar una potencia luminosa estable. Una vez apagadas, tardan entre 3 y 6 minutos en enfriarse antes de volver a encenderse. En cambio, las luces led solo tardan decenas de nanosegundos en encenderse, no hay tiempo de espera para volver a encenderse y pueden funcionar normalmente en un estado continuo de encendido y apagado.